Los primeros 100 días de Bernardo Arévalo: Balance de un inicio turbulento en la presidencia de Guatemala
Foto: AGN.gt
Bernardo Arévalo, el presidente guatemalteco que ascendió al poder con la promesa de una lucha feroz contra la corrupción, marca un hito crucial este martes al completar 100 días en la presidencia sin lograr avances significativos en esa dirección.
Desde su investidura el 15 de enero de 2024, Arévalo ha enfrentado un escrutinio constante sobre su capacidad para cumplir con las expectativas de un electorado ansioso por el cambio. A pesar de sus enérgicas declaraciones contra la corrupción, hasta ahora ha tenido pocas acciones tangibles para respaldar sus palabras.
Su compromiso inicial fue cerrar el flujo de fondos públicos hacia los corruptos, pero las medidas concretas han sido escasas. La creación de una comisión para detectar irregularidades en el sector público y la denuncia de una ex ministra por una compra dudosa de vacunas rusas son algunos de los movimientos más notables, aunque insuficientes para satisfacer las demandas de transparencia.
Aunque algunos analistas políticos y líderes empresariales reconocen la decencia de su gobierno, el sentimiento general es de decepción por la falta de una estrategia contundente anticorrupción. También señalan que se esperaba una ofensiva más agresiva contra la corrupción, especialmente dada la alta votación en rechazo al sistema corrupto.
La relación de Arévalo con la fiscal general Consuelo Porras, cuya cuestionada gestión ha sido un punto de fricción desde el inicio, añade complejidad a su mandato. A pesar de los intentos de Arévalo por removerla, su permanencia en el cargo representa un desafío significativo para la agenda anticorrupción del presidente.
Por otro lado, la atención internacional se centra en la relación de Arévalo con Estados Unidos, que lo ve como un aliado clave en la región centroamericana. Su reunión con el presidente Joe Biden y el respaldo de Washington refuerzan su posición en un momento en que la estabilidad política y la lucha contra la corrupción son cruciales para el futuro del país.
A pesar de los desafíos y las críticas, Arévalo cuenta con un nuevo hito positivo: la mejora en la calificación de riesgo crediticio para Guatemala, reflejando la estabilidad macroeconómica y la resiliencia del país.
El presidente enfrenta una encrucijada crucial en los próximos días y semanas, donde la capacidad para traducir las promesas en acciones concretas determinará el rumbo de su presidencia y, en última instancia, el destino de Guatemala en su lucha contra la corrupción y la consolidación democrática.
Los hitos
Por otro lado, los 14 ministerios que conforman en el Ejecutivo han avanzado en la identificación de actos irregulares y malas prácticas que eran permitidas por administraciones anteriores. Este Gobierno ha sido claro en no tolerar la corrupción, por lo que cada ministerio ha buscado poner fin a estas situaciones.
Por lo tanto, en estos primeros cien días, el enfoque principal ha sido combatir la corrupción y promover la igualdad de género, especialmente en sectores como la educación y las fuerzas armadas. Además, se ha mantenido un diálogo constante con autoridades y comunidades indígenas, se han fortalecido las relaciones exteriores y se han promovido estrategias para fomentar la cooperación económica y la participación juvenil.
Durante este período inicial de gobierno, la administración Arévalo-Herrera ha alcanzado hitos significativos en diversas áreas. Estos logros se evidencian en la reestructuración del Programa de Salud Escolar, la atención digna a las víctimas del conflicto armado interno, la finalización de proyectos de infraestructura abandonados y la colaboración con el sector privado en iniciativas de inversión público-privada. Asimismo, se han llevado a cabo denuncias por casos de corrupción, se ha brindado atención a migrantes y se han realizado otras acciones relevantes.
Desde viajes internacionales de trabajo hasta visitas a las regiones más remotas del país, los funcionarios del Ejecutivo han trabajado activamente para comprender las necesidades de los guatemaltecos y establecer alianzas estratégicas que permitan abordarlas de manera efectiva.
